-          Iglesia parroquial de Santa Ana. Su origen data del siglo XVIII y aunque ha sido restaurada recientemente, se ha pretendido conservar fielmente sus peculiaridades iniciales. El templo tiene una única nave, no hay capillas a los lados. La sacristía y los salones están en la planta baja y arriba se encuentra la casa parroquial. La Santa Cruz es una joya religiosa bañada en plata y tan reluciente que llama la atención al primer golpe de vista. Permanece todo el año en la iglesia y el día 3 de mayo el pueblo la sube al Calvario en romería. La víspera las mujeres de Pozo Lorente elaboran unos rollos de masa de pan que bendicen en el Calvario y luego reparten entre los presentes. También es costumbre realizar en el centro de adultos otro tipo de rollos de masa cruda, éstos no se comen sirven para prender en la solapa con un alfiler y un lazo, al adquirirlos es común dejar un donativo para la iglesia. Alberga además la parroquia, un Cristo tallado anterior a la guerra civil y un Sagrario de los años cuarenta aproximadamente, que trajo al pueblo el alcalde que ejercía en aquellos días. La talla del Cristo se cuenta que desapareció durante la guerra, posiblemente porque algún vecino lo guardara evitando que pudiera ser dañado, para volver a aparecer después de terminado el conflicto. La talla de Santa Ana es de madera y se creó en los años cuarenta. El día 26 de julio se sacaba en procesión, en honor a las fiestas que se hacen en su nombre. Pero debido a su peso se pensó en construir otra de menor envergadura. La postura de las tallas es distinta por lo que son fácilmente identificables. Podemos contemplar también la imagen de San Isidro.

 

-          Una de las joyas mejor guardadas en este municipio es su monumental reloj que data de 1954. Es una singular pieza que se realizó con materiales de máxima calidad, quizá por ello todavía pueda realizar su servicio a la perfección.

 

-          Ermita de San Isidro. Una composición sencilla, moderna y arqueada, donde se lleva cada 15 de mayo la imagen del santo en romería.

 

-          A unos 3 kilómetros del casco urbano, se divisa un pino rodeno ancestral que sobrevive insolente al paso del tiempo.